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En estética, cada vez se habla más de tratamientos con “luz” y sus beneficios para la piel. Es muy probable que hayas escuchado hablar tanto de la fototerapia LED como de la terapia fotobiodinámica, pero… ¿sabías que no son lo mismo?
Aunque ambas técnicas se basan en la energía lumínica, sus efectos, profundidad de acción y protocolos son distintos. En esta guía queremos ayudarte a entender, con palabras sencillas, qué hace cada una, para qué sirven y cuándo elegirlas si estás comenzando tu formación o quieres actualizar tus conocimientos.
¿Qué es la Fototerapia LED?
Es una técnica no invasiva que utiliza luces LED (diodos emisores de luz) con diferentes colores, y cada color tiene una función específica en la piel. Es un tratamiento indoloro y seguro, que no produce calor ni daña los tejidos. La luz actúa en diferentes capas de la piel y estimula procesos naturales.
- Luz roja: estimula la producción de colágeno y elastina. Ideal para rejuvenecimiento.
- Luz azul: elimina bacterias. Muy usada en casos de acné.
- Luz verde: ayuda a controlar la producción de melanina. Recomendable en manchas y tono desigual.
Esta técnica se puede usar sola o como complemento a otros tratamientos (como limpiezas faciales, peelings suaves, microneedling o masajes drenantes). Se recomienda en sesiones frecuentes, ya que sus efectos son acumulativos.
Ideal para: acné leve, piel apagada, mantenimiento general, primeros signos de la edad.
¿Y qué es la Terapia Fotobiodinámica?
Aquí también usamos luz… ¡pero combinada con productos fotosensibles!
En este caso, antes de aplicar la luz, se colocan sustancias especiales sobre la piel (geles, sérums o mascarillas) que tienen la capacidad de activarse con la luz. Estas sustancias penetran en la piel, y al ser expuestas a la luz, desencadenan una reacción más profunda, como si “despertaran”.
Este tipo de terapia potencia los resultados, ya que no solo estimula con luz, sino que también aprovecha los efectos de los ingredientes activos que se aplican antes.
Se usa en casos como:
- Manchas difíciles de tratar
- Acné inflamatorio o persistente
- Rejuvenecimiento de piel dañada por el sol
- Pieles muy sensibles o con tendencia a la rosácea
Las sesiones son más espaciadas, pero los resultados se notan más rápido. Se personaliza mucho más según el tipo de piel y la condición del paciente.
Entonces… ¿cuál es mejor?
La respuesta es: depende del objetivo del tratamiento y del estado de la piel.
| Fototerapia LED | Terapia Fotobiodinámica |
| Luz sola | Luz + activos fotosensibles |
| Efecto superficial o medio | Efecto más profundo |
| Ideal para mantenimiento | Ideal para tratar condiciones específicas |
| Sesiones frecuentes | Pocas sesiones con resultados más rápidos |
| Tratamiento relajante | Tratamiento dirigido y más técnico |
Como profesional de la estética, ¿qué debes tener en cuenta?
- Evaluar la piel del paciente siempre. No es lo mismo tratar un acné leve que un melasma profundo.
- Saber combinar. Puedes usar la LED para mantenimiento mensual y la fotobiodinámica para “impulsos” más intensos.
- Formarte bien. Especialmente para fotobiodinámica, es clave conocer qué principios activos se usan y cómo se combinan con la luz adecuada.
- Explicar al paciente. Cuanto más claro y personalizado sea tu plan, más valor percibirá el cliente.
Tanto la fototerapia LED como la fotobiodinámica son herramientas maravillosas para cuidar y transformar la piel. Lo importante es entender qué hace cada una, cuándo usarlas y cómo adaptarlas a cada caso. La LED será tu aliada en protocolos frecuentes, y la fotobiodinámica te dará un recurso potente cuando quieras un cambio más profundo o duradero.
Como esteticista, tener estas dos herramientas a mano, y saber aplicarlas bien, puede marcar una gran diferencia en tu trabajo y en los resultados que logres en cabina.
